Voy a contarte algo que no todos saben…
La primera vez que di una conferencia recuerdo que estaba esperando mientras me presentaban, en una sala, sola, sentada en una silla. Lo tenía todo preparado, el ordenador en marcha y enchufado para que no se quedara sin batería, el micrófono de solapa conectado, el power point listo, el guión sobre la mesa…estaba escuchando al presentador e intentando centrarme en lo que iba a decir, pero no podía.
Tal como iban avanzando en la presentación noté que empezaba a ponerme muy, muy nerviosa. Empezaba a temblar, a respirar ansiosamente, a pensar en todo lo malo que me podría pasar…Tan nerviosa que parecía que el corazón se me iba a salir de tan fuerte que latía. En fin…casi me desmayo los 10 minutos antes de salir al escenario.
Pero como te digo, muy pocos saben esto, porque nada más darme cuenta de lo que me estaba sucediendo me puse manos a la obra para atajarlo antes de que se apoderara de mí.
Empecé a hacer respiraciones y a la vez a «decirme a mí misma» aquello que sabía que me daría la fortaleza, seguridad y confianza necesarias para salir a dar la conferencia. «Mis afirmaciones», «mis mantras», «mis palabras de poder». Así que cuando «salí a escena» nadie se dio cuenta de que estaba, o había estado nerviosa y muerta de miedo hacía 10 minutos escasos.
Sí, eran afirmaciones positivas y Sí tuvieron su efecto en poquísimos minutos. Claro que yo ya llevaba un buen entrenamiento con esta técnica, y para mí fue rapidísimo… pero funcionan, te lo aseguro. Aunque eso sí, tienes que saber hacerlas y para eso estoy aquí.
Como te decía en el artículo anterior las afirmaciones, para que funcionen, tienen que cumplir varias premisas para que tu cerebro se las crea y empiece a tejer otras conexiones muy diferentes de las que tiene ahora y, sobre todo, enfocadas al éxito.
Verás, el cerebro va tejiendo su red neuronal a través de los años, mediante experiencias que vas viviendo y sobre todo mediante la emoción que te producen. Esta red conforma tus creencias y deja impronta en tu energía, en tu forma de moverte y de ver el mundo. Esta información subliminal, que está guardada en tu subconsciente, es la que vas a cambiar a través de las afirmaciones. Poco a poco se irán produciendo pequeños cambios y al final te darás cuenta de que por fin has dejado atrás el miedo y la inseguridad que sentías ante el público.
Entonces veamos qué tienes que hacer para que funcionen:
- Trabaja cada afirmación, o como mucho dos, cada semana. No te líes trabajando una cada día, porque así no conseguirás que tu cerebro se quede con la nueva información.
- Utiliza tu nombre. Siempre. Son mucho más efectivas y van más dirigidas.
- Cortas, claras y concisas: no te vayas por las ramas describiendo la situación o emociones o conversaciones…eso déjalo para las visualizaciones.
- Procura que contengan, o por lo menos una de ellas, tu palabra de poder. Esta será la que más tendrás que trabajar y repetir como un mantra en cualquier momento.
- No desfallezcas si ves que tu mente te dice cosas completamente diferentes e intenta rebatir la afirmación con excusas y miedos. Es normal y sucederá. Así que sigue adelante y no hagas caso.
- Busca tus propias afirmaciones, esas que sientes que son verdad para ti, que te llenan de confianza, de fortaleza, de ánimo.
Te dejo un ejemplo de afirmaciones muy poderosas. Verás que algunas de ellas, en cuanto las leas, te harán vibrar por dentro, te harán sentir mejor. Utilízalas para ir entrenando en buscar las tuyas. Pero, como te digo, será mejor que hagas tú, tus propias afirmaciones. Recuerda que siempre irán encabezadas por tu nombre:
Yo (tu nombre) confío en mí y en lo que hago.
Yo…….. creo en mí y en mi capacidad para hablar bien en público.
Yo…….. estoy preparado para el éxito profesional.
Yo…….. me siento bien ante el público.
Yo……. me siento bien en el escenario.
Yo…….. genero confianza ante los demás.
Yo…….. soy capaz de expresarme con soltura ante el público.
Yo…….. disfruto hablando ante los demás.
Venga, te dejo ya para que hagas tus trabajos con estas afirmaciones. Empieza ahora, después será demasiado tarde…
Yo……..
Dime, ¿cuál sientes que va contigo ahora?, ¿has utilizado ya alguna antes?
Venga, déjame tus comentarios, ya sabes que me gusta leerte. Y si te ha gustado y crees que puede ayudar a alguien más, please…comparte a placer!
Un abrazo enorme!
Yo Ramon soy uno más de los Hijos de Dios.
Yo distruto hablando e publico.
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Hola Hilda, gracias por tus palabras.
Si sientes que esa frase te da poder y fuerza utilízala y trabájala hasta que sientas que es verdad, que te da confianza y seguridad para enfrentarte al público.
Un abrazo.
yo disfruto hablando ante los demás… no entiendo bien, debo decir una de ellas o una que a mi me gusta todos los días de la semana y luego cambiar por otra y así? Gracias, me encanto el post
Hola Antonia. Me alegra que no tengas problemas para hablar ante los demás, es una gran ventaja. Mira, con las afirmaciones has de ir una a una. Cuando ya tengas la que te va bien, la que sientas que resuena contigo, debes dedicarte a ella durante una semana, luego pasas a otra y así las que necesites. Con el tiempo verás que las has integrado y ya no hará falta seguir con ellas.
Muchas gracias por tu comentario. Un saludo!