Antes de empezar a limpiar algo tienes que saber qué limpiar y dónde hacerlo. Así que antes de empezar a trabajar para liberarte de la ansiedad escénica tienes que saber de qué se trata, cómo se produce y unas cositas más.
Por lo tanto mi intención en este artículo es la de presentarte al Miedo Escénico para que sepas qué es, por qué ocurre, cuáles son sus síntomas, cómo has llegado ahí y qué repercusiones tiene en tu actuación.
El miedo escénico está catalogado como Fobia Social Específica, esto quiere decir que se presenta sólo ante una actuación ante el público, bien sea una audición, examen u oposiciones. Y desaparece o permanece latente (como dormido) el resto del tiempo. Tiene carácter anticipatorio, es decir, aunque la actuación sea dentro de unos meses, tú ya estás “pensando, anticipando” lo que va a suceder y estás sintiendo ya miedo escénico, de una forma más moderada que en la actuación, pero ya lo estás manifestando. Y seguramente ahora, el hecho de estar leyendo estas líneas te está removiendo algo y puede que te sientas algo ansioso o nervioso…
¿Por qué ocurre? ¿Cuáles son sus síntomas?
Estos pensamientos anticipatorios que estás teniendo y que activan el miedo, activan a la vez todos los síntomas físicos que acompañan a esta emoción que son: aceleración del ritmo cardíaco y respiración, náuseas, rigidez muscular y articular, temblores…y otros menos visibles como dilatación de pupilas, generación de adrenalina…
Estos surgen porque el miedo es la respuesta instintiva ante un ataque que hace peligrar la vida, es decir, es la respuesta del instinto de supervivencia. Este hace que tengamos que reaccionar ante este peligro o luchando o huyendo, por eso el organismo empieza a generar adrenalina para darte mucha energía, se acelera el ritmo respiratorio y circulatorio para llevar sangre oxigenada lo más rápidamente posible a los músculos para que respondan bien, se paralizan los procesos digestivos para no emplear energía en funciones innecesarias (de ahí las náuseas), se dilatan las pupilas para que puedas ver mejor el camino de la huída, se agudiza el oído para facilitar también la huída… ¿No te ha pasado que a veces no puedes ver bien la partitura, lo ves todo borroso? ¿O de repente te das cuenta de que no sabes distinguir la afinación, por ejemplo del piano cuando os da el “La”?… Bueno pues ahora ya sabes por qué no puedes ver u oir bien en estos casos.
En el caso del miedo escénico no hay peligro real de perder la vida, de hecho si tocas mal, si fallas, no va a pasar nada. Pero tu mente sí lo percibe como un peligro por varios aspectos que te comentaré más adelante y que influyen en tu manera de percibir lo que ocurre. Entonces, en este caso, el miedo es un proceso mental en el que realmente tu vida no corre peligro pero tu mente al interpretarlo como tal hace que se activen los mismos mecanismos que acabo de describir y como no hay huída, no das salida a toda la energía que estás generando, por lo que se queda estancada en ti y es cuando sientes los temblores y la rigidez y palpitaciones y ahogo…
Quizá te preguntes cómo has llegado hasta aquí. Quizá puedas recordar un concierto o audición en el que te sentiste a gusto y te preguntas ¿porqué ahora no? ¿qué ha pasado?
El miedo se aprende, como todas las demás emociones, como todo en esta vida, y se aprende a través de repetir insistentemente, una y otra vez, la misma experiencia.
Uno no nace con miedo escénico, ni siquiera con miedo. La típica broma que se suele gastar a los niños pequeños, que a los adultos nos hace tanta gracia, de apagar a luz y dar un susto, es terrible porque les estamos enseñando a tener miedo a la oscuridad… Pues en el caso del miedo escénico igual. Puede que un niño en sus rasgos de personalidad sea más tímido e introvertido y esto le haga más propenso al miedo, pero nadie nace con miedo.
Seguramente, como te decía, si recuerdas la primera vez que tuviste que tocar o cantar delante de alguien lo hiciste con toda la naturalidad del mundo, porque además, tampoco tenías conciencia de los juicios y de las expectativas…pero vamos por partes, de esto te hablaré luego. Entonces tocarías como te digo con naturalidad y además pasándolo bien, disfrutando.
Luego, siempre hay una vez en la que alguien te pregunta ¿qué tal, te has puesto nervioso? Entonces, tú que eres un niño que está aprendiendo crees que como te han preguntado si estabas nervioso, pues tendrías que haberte puesto nervioso, con lo cual ¿qué estás aprendiendo? Que para tocar en público hay que ponerse nervioso.
O quizá eres una persona tímida y sí que te has puesto un poco nervioso y viene alguien y te dice: “no te preocupes, es normal, no pasa nada. Sal y toca”. Y sales a tocar nervioso, pero como te dicen que no pasa nada… estás aprendiendo lo mismo: para tocar en público hay que estar nervioso.
Déjame puntualizar algo aquí. En cierta forma es normal estar nervioso porque vas a ser el centro de atención en el momento del concierto. Pero lo que no es normal es que el nivel de ansiedad sea tan alto que sientas que no puedes tocar o que no sabes lo que tienes que hacer.
Entonces lo que está ocurriendo es que a través de tus experiencias has aprendido a que para salir al escenario hay que estar nervioso. Así es como has llegado a esta situación tan incómoda, a través de salir una y otra vez al escenario sintiendo nervios, ansiedad o miedo.
¿Qué repercusiones tiene en tu actuación?
Como te decía, en cierta forma es normal estar nervioso porque vas a ser el centro de atención y eso siempre impone un poco. Entonces te preguntarás ¿cuándo tengo miedo escénico?, ¿cómo saberlo?, ¿dónde está la diferencia? Muy sencillo. Cuando veas que tu nivel técnico baja muchísimo, tanto como hasta el punto de que parece que no sabes tocar. No se trata de cometer algún fallo, sino la sensación de que no sabes tocar, que no encuentras la afinación, que el instrumento suena mal… de que no puedes disfrutar de lo que haces, de que estás más pendiente de no fallar que de tocar y hacer música… Todo esto es indicativo de que tu nivel de ansiedad es demasiado elevado.
A veces se puede perder hasta el 90% de las cualidades técnicas e interpretativas. Se produce descoordinación de brazos y manos, como si alguien manejara la mano derecha y otro la mano izquierda. Pérdida total de oído y su sentido de la afinación, ni sabes afinar ni reconoces la afinación de otro instrumento. Pérdida de la facultad de leer la partitura, no reconoces las notas. Pérdida de visión, lo ves todo borroso, distorsionado. Sensación de ahogo, esto para los instrumentistas de viento y cantantes es muy molesto porque no pueden controlar la respiración…
En fin, lo que ocurre con tu cuerpo y con tu mente hacen que la actuación sea un completo desastre, como si realmente no supieras qué tienes que hacer con el instrumento que tienes en tus manos y que llevas 7 u 8 años tocando, si no más.
Bueno, ahora ya sabes más o menos qué está pasando en ti, en tu cuerpo cuando sufres ansiedad escénica. Ahora ya puedes empezar a ser consciente de lo que está ocurriendo para empezar a trabajarlo.
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